Cacao colombiano: una historia de aroma, crecimiento y futuro
- bassis
- 17 may
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 18 may
¿Sabías que el 95% del cacao colombiano es considerado fino de aroma?

Este no es solo un dato. Es una ventaja competitiva que está posicionando a Colombia como uno de los referentes emergentes en la industria global del cacao. Pero, como toda buena historia, el camino ha estado lleno de desafíos, aprendizajes y oportunidades. Acompáñanos en este recorrido por el presente y el futuro del cacao en Colombia.
Un 2024 de récords y esperanza para los cacaocultores
Durante el 2024, Colombia vivió una de las mejores temporadas cacaoteras de su historia. Aunque no hay una cifra oficial definitiva, los ingresos de las familias productoras fueron tres veces mayores que en 2023, y se estima que la producción pudo superar las 75,000 toneladas métricas.
Este salto productivo se dio gracias a condiciones favorables del mercado, mejores precios internacionales (con promedios de $5,000 USD/tonelada) y un renovado compromiso por parte de los productores y organizaciones como Fedecacao.
Más de 65,000 familias dependen hoy del cacao en Colombia. Lo que está en juego va mucho más allá del comercio: es desarrollo rural, seguridad alimentaria y orgullo nacional.
Regiones que florecen con el cacao
Aunque hay producción en muchas zonas del país, hay tres regiones que destacan por su calidad, historia y proyección:
Valle del Cauca: región tradicional con una cultura cacaotera profunda, a pesar de las dificultades del pasado.
Nariño: famoso por su cacao premiado internacionalmente, de perfiles únicos y gran reputación.
Huila: una estrella emergente, con condiciones agroclimáticas ideales y un enfoque técnico en crecimiento.

Estas zonas, junto con otras del occidente y suroccidente, conforman el corazón del cacao colombiano.
Cifras de exportación que hablan por sí solas
En 2023, Colombia exportó 30,746 toneladas métricas de cacao por un valor de $128.66 millones de dólares. Para 2024, se estima que el volumen creció entre un 10 % y 15 %, y que el valor podría superar los $150 millones.
Los principales destinos son países como Estados Unidos, Ecuador, México y Chile, con una demanda creciente de cacao fino, sostenible y trazable.
Colombia también se posiciona como el quinto mayor exportador mundial de cacao fino de aroma, un segmento de alto valor que paga por calidad, no solo por cantidad.
¿Y qué se espera para 2025?

El 2025 será un año decisivo. Las proyecciones apuntan a que las exportaciones podrían superar los $160 millones, siempre que se mantenga el impulso actual.
Sin embargo, los retos también son grandes:
Cambio climático que impacta los ciclos de producción.
Contrabando que distorsiona el mercado interno.
Volatilidad de precios internacionales.
Nuevas regulaciones, como la exigencia de cacao libre de deforestación en la Unión Europea.
Pero no todo es problema. Colombia tiene con qué enfrentar estos desafíos: Tecnología, instituciones comprometidas, mercados en expansión y, sobre todo, una comunidad productora que cree en el futuro del cacao.

Un cultivo con propósito
El cacao colombiano no solo representa una oportunidad comercial. Representa orgullo, resiliencia, identidad. Es el cultivo de la paz, de la transición, del futuro rural sostenible.
Desde Bassis, creemos que la verdadera transformación del agro no está solo en los datos, sino en las personas que hacen posible cada gramo de calidad.
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